Siento debilidad por los riñones... y como es un alimento que debe comerse con moderación y su preparación para cocinar, es un tanto delicada, siempre esperaba a que mi madre los hiciera.
Pero finalmente me he decidido a hacerlos yo, y realmente no es tan complicado... bueno, hay que tener en cuenta que los riñones vinieron de la carnicería limpitos y cortaditos, con lo cual, me quita un paso importante (que contenta estoy con mis carniceros :D).
El siguiente paso es dejarlos en remojo para que se terminen de limpiar bien y se le vaya un poco ese olor tan fuerte que tiene la casquería. A mi particularmente no me molesta mucho, pero lo de la limpieza si es importante.
Y aquí tenéis varias opciones... dejarlos en un escurridor con sal... dejarlos en remojo con agua y vinagre o dejarlos en leche... seguramente habrá más trucos, pero yo finalmente me decanté por dejarlos en leche durante el día o la noche previos a la cocción.
No me enrollo más, y os dejo la receta: