Receta sencilla y fácil donde las haya. De estas que salen con mirar lo que tienes disponible en la nevera. Estupenda para acompañar con unas patatas fritas o con arroz con ajo.
Ingredientes:
1 pechuga de pollo troceada
2 zahahorias medianas
1 cebolla
4 dientes de ajo
1 vaso de vino blanco
1 vaso de agua
1 pastilla de caldo de carne
Aceite, sal y pimienta
Preparación:
Preparar una sarten con el fondo casi cubierto de aceite, calentamos, añadimos los ajos y los dejamos dorar, para a continuación añadir la pechuga troceada con el fuego fuerte y removiendo hasta que se haya sellado por todas partes. Añadimos sal y pimienta al gusto.
A continuación bajamos a fuego medio y dejamos cocinar y cuando el pollo esté hecho añadimos el vaso de vino blanco.
Dejamos reducir el vino a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Una vez que se haya consumido el vino, añadimos la cebolla cortada en cascos y la zanahoria en rodajas.
Dejamos rehogar durante unos 5 minutos y le añadimos el caldo de carne y el vaso de agua. Removemos bien y dejamos cocinar durante media hora a fuego lento.
Lo podéis comer una vez quitado del fuego, pero coge más sabor si lo dejáis una noche reposando.
El pollo se queda suave y jugoso y la zanahoria le da un toque diferente a la carne.
Espero que la disfrutéis!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu comentario!!