Después de mucho tiempo de sequía de nuevas recetas, os presento una que hice casi por casualidad.
Sucedió un domingo que tocaba un poco de limpieza y descanso, y llega el momento en que tienes que comer, pero no tienes ni pizca de ganas de meterte en la cocina.
Abro el frigorífico y me llaman la atención los huevos... pero no sabía qué hacer con ellos, así que decidí echarle un vistazo al libro de Doña Petrona, a ver si me venía la inspiración.
Y efectivamente, allí estaba la receta... tan sencillita... tan rápida... y no dudé ni un momento...
Ingredientes (para una persona):
1/2 cebolla
2 tomates
2 huevos
Aceite
1 cucharadita de mantequilla (opcional)
Aji, laurel, sal y pimienta
Preparación:
Ponemos en una sartén el aceite (no es necesario que cubra el fondo), y la cucharadita de mantequilla, (si habéis decidido añadirla), y dejamos que se caliente.
Añadimos la cebolla cortada finita y dejamos cocinar unos minutos.
Agregamos el ají y el tomate pelado y troceado. A continuación ponemos el laurel y los huevos. Revolvemos con un tenedor y condimentamos con sal y pimienta.
Dejamos cocinar a fuego lento, y lo apartamos cuando esté cocinado, pero aun jugoso.
Se sirve con un buen pan de pueblo para remojetear.
Que aproveche!!!
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