Cuando te invitan o quedas para comer en casa de alguien, siempre le surge a uno la duda de... ¿qué llevo?
Puedes optar por hacer entrantes, uno de los platos principales, llevar el postre...o la tan socorrida botella de vino.
En este caso, os dejo un entrante sencillo y rápido con el que agasajar a vuestros anfitriones.
Ingredientes:
1 plancha de hojaldre
Queso curado en lonchas
Jamón serrano en lonchas
Aceite de oliva y orégano
Preparación:
En caso de que la plancha de hojaldre sea congelada, deberéis sacarla como mínimo 30 minutos antes para que se descongele. Si es fresca, es suficiente con que se atempere fuera del frigorífico.
Extendemos la plancha de hojaldre en un papel vegetal y la estiramos un poco con un rodillo, pero no demasiado.
Pintamos la superficie con aceite de oliva y disponemos las lonchas de queso curado al gusto. En nuestro caso solo pusimos una capa de lonchas de queso. Espolvoreamos el queso con orégano al gusto.
A continuación, añadimos el jamón serrano troceado, para que después sea más fácil cortarlo. En este caso, también pusimos solo una capa de lonchas de jamón.
Una vez que los ingredientes están dispuestos, nos ayudamos del papel vegetal para enrollar el hojaldre lo más cerrado posible, pero sin aplastarlo.
Cortamos el arrollado en rodajas y lo disponemos en una bandeja de horno forrada en papel vegetal. En nuestro caso no lo hicimos, pero si queréis pintar de huevo el hojaldre, para que quede más dorado y crujiente, este es el momento de hacerlo.
Precalentamos el horno a 180ºC y metemos la bandeja durante unos 15 minutos, o hasta que veamos que el hojaldre esté dorado.
Sacamos la bandeja y dejamos enfriar los hojaldres, para poder manejarlos sin romperlos.
Y ya tenéis listos unos estupendos entrantes de arrollado de jamón y queso.
Bon appetit!!
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